Salida 15/10/2016
Este sábado seis autogiros y un ala fija salimos de LEIG rumbo a la Fira del Vent en Pla de Santa María.
Un día precioso con una luz espectacular que nos hizo el paisaje desde el cielo aún más hermoso de lo habitual. El grupo avanzaba sobrevolando los campos de Tarragona que se me antojaban como una alfombra de patchwork. Desde la posición que ocupábamos y cada uno a diferentes alturas veíamos las aspas de los rotores brillando a contraluz en medio de un cielo azul limpio y claro. ¡Qué belleza!
De pronto dos helicópteros se divisan a lo lejos y uno de ellos empieza a acercarse y maniobrar alrededor de los primeros integrantes del grupo, provocando una situación poco segura para todos. Pasados estos momentos inciertos ya proseguimos sin más sobresaltos hacia nuestro destino.
Tomamos en Pla de Santa María donde somos recibidos con la cordialidad habitual aunque este año echamos en falta a la “speaker” de la feria con su bienvenida personal.
Después de las inscripciones de rigor pasamos a tomar un almuerzo, gentileza de la organización, mientras disfrutamos del ambiente de la feria entre compañeros venidos de los campos vecinos. No faltaron trikes, paramotores, réplicas de biplanos históricos, ULMs y demás máquinas voladoras.
Después de las inscripciones de rigor pasamos a tomar un almuerzo, gentileza de la organización, mientras disfrutamos del ambiente de la feria entre compañeros venidos de los campos vecinos. No faltaron trikes, paramotores, réplicas de biplanos históricos, ULMs y demás máquinas voladoras.
La salida se produce ordenada pero impacientando a algún avión que esperaba para aterrizar. Sin más incidencias, ya todos en el aire nos despedimos agradeciendo la acogida un año más.
Ponemos rumbo a la costa y la seguimos un tramo hacia el norte disfrutando de unas vistas incomparables. ¡Espectacular, sublime! No puedo expresar con palabras la sensación de inmensidad y paz que percibo al contemplar los miles de reflejos cual estrellas sobre el mar en calma. Los últimos bañistas del año nos miran atónitos, sorprendidos por el espectáculo inesperado.
Llegando a Sitges nos adentramos en tierra para tomar rumbo a casa. El paisaje toma otro color pero no menos bello, contemplamos los campos y viñedos del Penedès con las montañas de Montserrat al fondo, que nos indican que estamos en el buen camino.
En definitiva una salida fantástica y mágica de la que esperemos hayan muchas más.