No podíamos perdernos un evento de esta magnitud y no nos lo perdimos, así que previa reserva de avión y hotel, el jueves día 14 pusimos rumbo a Friedrichshafen (Alemania), el día 15 lo dedicaremos a la feria y volveremos a casa el sábado 16.
Al grano, poco después de las 09:00 ya estábamos en la puerta, teníamos mucho por ver y no queríamos perdernos detalle, la verdad es que al menos hay que ir a AERO una vez en la vida, es impresionante la organización que hay y la cantidad enorme de expositores y de aeronaves que se pueden ver, y tocar. Desde el ULM más simple al avión corporativo más lujoso, comparten espacio en la feria de aviación ligera más importante de Europa, ojalá alguna vez se pudiera disfrutar de una feria como esta en nuestro país….
Hay que organizarse para verlo todo, ya que sólo vamos a dedicar un día a la feria y no nos va a sobrar ni un segundo. Empezamos con los aviones de ala fija (queremos dejar para el final las alas rotativas, que es lo nuestro..), la oferta de ULM sobrepasa nuestras expectativas, parece mentira la cantidad de fabricantes que se dedican a este sector de la aviación. Vamos avanzando pabellón tras pabellón, y aunque llevamos horas caminando, estamos tan embobados con lo que hay delante de nuestros ojos que casi se nos olvida hacer una pausa para comer una típica salchicha alemana y una buena cerveza, ¡Qué si no!. Hay que seguir, vemos los aviones ejecutivos aparcados en la plataforma, preciosos, pero no es lo nuestro. Nos dirigimos al pabellón de los helicópteros (novedad 2011), lo que nos sorprende más es el tamaño de alguno de ellos, especialmente un Super puma de la policía aduanera, también nos gustó ver un EC135 medicalizado y algunos helicópteros militares.
Por fin, empezamos con los autogiros, descubrimos fabricantes totalmente desconocidos por nosotros, pero con algunos diseños realmente atractivos, está caro que lo que se impone son los autogiros biplaza totalmente cabinados y con instrumentación digital. No nos cansamos de ver detalles de todos los autogiros que se nos ponen delante, prelanzadores, rotores, amortiguaciones, etc., etc. Después de recoger información y catálogos para los compañeros de patrulla nos dirigimos a la salida, se acerca la hora de cerrar, cansados pero contentos, esta feria es una pasada.
El recinto ferial esta junto al aeropuerto de Friedrichshafen, y aunque continuamente veíamos aviones aterrizando, no habíamos tomado conciencia de la gente que va a la feria con su propio avión. Desde el coche que nos lleva al hotel, vemos la pista y la plataforma del aeropuerto, increíble, está lleno, perdón, llenísimo de aviones, si no hay 300 aviones perfectamente aparcados, no hay ninguno, ¡Qué barbaridad!
En fin, visita más que recomendable para todos los aerotrastornados, sea cual sea el aparato que se vuele o que se quiera volar. Nosotros volvemos a casa con cientos de imágenes recorriendo nuestras cabezas y con muchas ganas de volver. Quién sabe, quizás alguna vez vayamos toda la patrulla volando hasta allí…Quién sabe…
EC-EX4
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