Extraido del blog Fuerzas Aereas
A lo largo del verano, cuando los
incendios dan un descanso, realizamos vuelos de entrenamiento. Para los que
estamos destacados en Zaragoza, una de nuestras zonas favoritas son los
pantanos de Grado y Mediano, en el noreste de la provincia de Huesca. Son
pantanos de buen tamaño que nos permiten practicar una gran variedad de
maniobras, además, el paisaje es excepcional.
En una de las orillas del pantano
de Mediano, se encuentra un pequeño aeródromo que en tiempos fue utilizado por
los AirTractor en sus misiones de extinción de incendios forestales. Este
aeródromo pertenece al término municipal de Coscojuela de Sobrarbe, muy cerca
de Aínsa.
Una de las precauciones que
debemos tomar cuando volamos por una zona, es coordinar con otros posibles
aparatos que se encuentren en el aire para evitar posibles colisiones. Así fue
como conocí a Rafa.
Rafa es un trotamundos que
después de perder su trabajo en una aerolínea a causa de la crisis del sector,
se dedicó a volar cualquier aparato que fuera capaz de levantarse del suelo,
especialmente helicópteros. Así es como terminó volando autogiros, colaborando
con fabricantes en su desarrollo y dando cursos de vuelo por toda España. Hasta
que conoció Coscojuela; nada más ver aquel campo de vuelo abandonado, se enamoró
del lugar y pronto llegó a un acuerdo con el ayuntamiento para instalarse allí.
Por eso, cada vez que íbamos al pantano de Mediano, lo encontrábamos volando
con su autogiro y nos invitaba a ir un día a visitarle y cambiar impresiones.
Así, que en uno de mis días libres, cogí mi coche y me planté allí.
El autogiro es un aparato
sorprendente, a primera vista puede parecer un helicóptero pero no lo es; a
diferencia de éste, sus palas no giran por la potencia de un motor, sino por el
impacto del aire debido a la velocidad de la aeronave. Esto permite aterrizajes
y despegues en muy poco espacio, una gran maniobrabilidad en vuelo y una
elevada seguridad al ser casi imposible entrar en pérdida (digo casi porque en
Aviación siempre hay alguien capaz de hacer lo que parecía imposible).
Durante el vuelo realizamos
varias maniobras que con cualquier otro tipo de aparato no se pueden hacer,
esto unido al incomparable marco que son los Pirineos hace que montar en
autogiro en Coscojuela sea una experiencia altamente recomendable.
Girolibre, que así se llama la
empresa de Rafa, ofrece paseos aéreos y cursos de piloto; estos autogiros
tienen la categoría de ultraligeros, por lo que obtener la licencia de vuelo
resulta relativamente económico. Os dejo el link a su página web:
www.girolibre.es
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