Después de unos días con viento, y unos vuelos moviditos, hoy parece que la cosa iba a cambiar.
Y así es, nos plantamos en la cabezera 17 sin viento y con un sol potente, todo y que el frió era evidente ( nos vamos entrenando para la polar).
Después de un plácido despegue, ponemos rumbo a Manresa-Pla del Bages, y después de sobrevolar un manto de niebla que cubre la parte sur de Manresa, con la sensación de ser un puntito rojo sobre un algodon gigante llegamos a destino, donde realizamos un aterrizaje de libro, y nos tomamos unos cafés para entrar en calor.
Comprobamos que el lavabo sigue en su sitio, e igual de limpio que la ultima vez, retornamos hacia Igualada.
Como siempre las comunicaciones funcionan a la perfección y entre el grupo no hay problema para saber la posición de cada uno.
De forma suave y con los circuitos perfectos, dejando que los aviones precedentes aterricen, nos posamos en tierra de forma majestuosa.
Somos la admiracion de la gente que se congrega alrededor de la pista.
Que contento estoy de ser piloto de autogiro.
EC-ZZX
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