Un alto porcentaje de los accidentes debidos a causas mecánicas tienen que ver con el combustible, con su falta o por contaminación de éste.
Para evitar este tipo de accidentes hay que tener
claro que el hecho de repostar no es una tarea ajena a los procedimientos del
avión: es un procedimiento en si que comienza con la preparación del vuelo y
la estimación del combustible necesario.
Aquellos que utilizamos gasolina de automoción,
ADEMAS debemos extremar las precauciones ya que el suministro de este
combustible no tiene en cuenta el uso que se va a hacer de éste (volar) por lo
que los controles son bastante laxos en algunos casos… en definitiva, un coche
termina en la cuneta llamando a la grúa si hay problemas con el combustible,
algo que en un avión no siempre es una opción si falla el motor.
Por ello, vamos a procurar seguir unos sencillos
consejos a la hora de repostar para evitar problemas:
Procura usar siempre la misma gasolinera y
avisar al empleado sobre para qué es. Si hay algún “problema” y conocen el
uso que damos al combustible puede que nos avisen de cosas que a los demás no.
No repostes de surtidores recién
suministrados. Los sedimentos se habrán removido y puedes llevarte gasolina
muy contaminada.
No uses garrafas opacas. Si hay decantación
o posos no tendrás opción de verlos. Mejor una translúcida.
Filtra siempre tu combustible al trasegarlo
al avión. A ser posible con un paño de gamuza (piel) que es hidrófilo y
retendrá además el agua que pudiera contener.
Drena los tanques antes de mover el avión o
antes de rellenarlos. Una vez hagas esas cosas, todo lo decantado se habrá
vuelto a mezclar.
Cuidado con la estática. Los vapores del
combustible son muy inflamables y es mejor descargar con tomas de tierra las
cargas que hubieran en el avión. Deja también que tu garrafa toque el suelo al
sacarla del coche a fin de que se descargue de estática.
Si sospechas de que tu combustible trae mucho
agua, compra pastillas para detectarla y cambia de gasolinera. No todas las
petroleras usan las mismas formulaciones y aquellas gasolinas que contienen
más alcohol tienden a retener más agua.
Utiliza un gascolator bien instalado, revisa
y cambia los filtros y manguitos según manual.
Atención al “vapor lock”, las altas
temperaturas o los combustibles con alcohol tienden a sufrirlo más. Incluye en
el procedimiento de ANTES DE DESPEGAR verificar que hay presión de
combustible si no lo está ya.
Aplica los boletines de los fabricantes del
motor y la aeronave por si hubiera incompatibilidades con los cambios de
formulación de combustible (uso de alcohol en su fórmula).
Por tu seguridad, haz un buen mantenimiento
preventivo de tu avión y motor.
Texto extraído de la página de AEPAL
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