Es temprano, por lo menos más temprano de lo habitual, todavía no son las 8 y el motor de la avispa ya está girando. Va a ser una excursión en solitario y prácticamente improvisada, aunque podría tener por título “Los fuegos forestales de l’Anoia”, por qué sin pretenderlo acabé sobrevolando las zonas devoradas por el fuego hace unos pocos días, pero empecemos por el principio…Viento calma, nadie en frecuencia, prelanzamiento y despegue por la 17. Mi avispa y yo, poco a poco vamos cogiendo altura, con rumbo W exploramos con detalle cada masía, ermita o cualquier cosa que nos llama la atención. Ponemos rumbo al campo de La Segarra, podemos apreciar el daño que ha hecho el fuego en Sant Guim de Freixenet, terrible. De vuelta a LEIG sobrevolamos Prats de Rei y de nuevo nos impresionan los efectos del fuego en los campos de cereal y bosques cercanos a esta población. Llevamos en el aire casi una hora, tenemos a la vista la pista de Igualada y nos dirigimos hacia allá, nadie en circuito, nos incorporamos viento en cola 17 y en un minuto estamos librando pista después de un aterrizaje de libro. ¡Qué lástima que no lo haya visto nadie! En fin, como dice el refrán (que se me acaba de ocurrir), “Después de volar, el avión al hangar y el piloto, al bar” que con un buen bocata en el bar de Josep, parece que el vuelo sienta mejor.
EC-EX4
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