MI PRIMERA PARADA DE MOTOR

Existen dos clases de pilotos, a los que se les ha parado el motor y a los que se les parara. Nuestro amigo Josep tuvo el otro día una experiencia desagradable con su avión Chalenger y que fue capaz de solucionar. Creemos que es interesante su historia por si alguna vez nos pasa intentar recordar que hizo el.

Mi primera parada de motor. Mirar por donde ese día había quedado con mi hijo Sergi que vendría al aeroclub con su pareja Tere para presentármela. Estando montando el porche del local social en el aeródromo de Igualada, con la ayuda del compañero Enrice Centellas aparece mi hijo y su pareja, después de las presentaciones y hablando y hablando le pregunto a Tere ¿¿ qué has venido con la idea de volar ?? ¡¡ Pues claro que sí !!.Entonces no hay más que hablar, dejamos la tarea, saco el ULM, le hago la revisión prevuelo nos montamos en el, pongo el motor en marcha y aparentemente todo perfecto. Nos dirigimos a la cabecera 1 7, calentamos motor pruebo magnetos y a volar, todo perfecto. Tere disfrutando del vuelo haciendo fotos y filmando con un día fantástico para el vuel. Vamos a sobrevolar las dos minas de potasa que hay cerca del Pla del Bagues y el Aeroclub del Bagues dándonos después la vuelta para Igualada. Cruzamos la pista a 1500 pies diviso la manga y me incorporo viento en cola para la 17, inicio la base y a media base me tose el motor. (Joder, pensé) recorto la base y viro a final comunicando la maniobra. Una vez en final me tose el motor otra vez compruebo la posición del gas el cual había reducido vuelvo a acelerar el motor sigue tosiendo, y pienso haber si me da para llegar a pista, pero me doy cuenta que no me dara tiempo. Le digo a Tere que tenemos problemas y en ese momento me vino a la cabeza una frase del instructor y amigo Xavi Llobet que me dijo ¡¡ levantar el morro del avión mata la gente !! viendo que el motor decidió pararse cerré los magnetos y el contacto y como no llegaba a la pista hice un viraje suave de unos 90º y me dirijo a un campo sembrado que tenia a mi derecha, lástima que entre dos bancales había un marguen de 40 cm, que desde arriba cuesta de distinguir y eso fue lo que me arranco el tren de aterrizaje que si no aterrizo sin daños. Moraleja (con parada de motor jamás levantes el morro y vigila la velocidad que no falte) de momento puedo decir que salí del problema sin ponerme nervioso y sin un solo arañazo ni Tere ni yo, un saludo para todos de JOSE AROCA.